Morir de amor
Ese ultimo beso, ese beso en el que Jenny sabia que seria la separación de esta vida y la otra, ese beso que no dejaba mas que la esperanza de un nuevo encuentro en quien sabe cuanto tiempo y en que espacio, si, ese fue el ultimo de no menos de 10 años de besos diarios consagrados al amor a la ternura a la admiración y al desenfreno que en ocasiones se expandía hasta altas horas de la madrugada, pero eran esos besos los que los mantuvieron juntos por todo ese tiempo.
A inicios de los 80s cuando la música disco en su furor hacia atiborrar a la multitud en las grandes discotecas en new york para solo parecer importantes, si esos mismos 80s en que la mayoría de nosotros los simples mortales no nos interesaba, o si nos interesaba poco podíamos hacer para que las tensiones de la Guerra fria entre Estados Unidos y la Unión sovietica. Para que la amenaza nuclear, no nos dejara como hacia algunos años habían dejado a Hiroshima, sin más protección que una sombrilla para cubrirnos de la despiadada guerra que se fraguaba en ese mismo mundo, compartido también por Jenny y Ángel, ese mundo seguía girando para Jenny y Ángel, sin guerras, solo con amor con el inicio de su amor.
Jenny y Ángel ahhhhh, que bonito se escuchaba al decirlo, al leerlo en todas las hojas de los cuadernos que Jenny marcaba indiscriminadamente, a las 7 am cuando empezaban las clases en el colegio del lado de un gran supermercado que tenia hasta centro vacacional, si, allí mismo estudiaba Ángel, era de no creer, ante los ojos de Jenny , aunque no muy alto y lo cual a Jenny no le importaba mucho, por que tampoco era tan alta ni tan tonta para dejarlo pasar sin que el pusiera sus ojos en ella, ojos que ya por bastante tiempo llevaban siguiendo el rastro de Jenny, de salón en salón y a la hora de educación física cuando Jenny agobiada por el calor decidía dejarse en pantaloneta y camiseta y que por casualidad dejaba que el balón de baloncesto en vez de tomar su rumbo al enceste, el balón arremetía justo al lado de Ángel, esos pequeños encuentro fueron los que decidieran que Ángel, le hiciera notar a Jenny que era la niña de sus ojos y desde ese momento seguirían uno al lado del otro.
-Jenny, hasta que horas la tengo que esperar, se nos va hacer tarde, mira linda son las 5 y 40 no vamos a alcanzar para entrar al de 6, de aquí a unicentro en taxi por mal que nos valla son 40 minutos, -ya voy, estoy poniéndome espectacular, solo para verte con la boca abierta cuando me veas bajar: -prefiero ir al de las 9 por que estas tan linda que no puedo dejar de darte un besito, lo necesario era que nos acercáramos para ver una aparición al lado de nosotros y como dicen los solteros, hasta que la suegra nos separe.
-Hola suegrita precisamente estábamos hablando de usted, como le va, usted siempre tan oportuna, - mijito le decía a Jenicita que esta haciendo mucho frio, y es mejor que se lleve el abrigo, por si las moscas; - claro suegrita: linda, deberías hacerle caso a la suegra, tápese para alejar el frio y los malos pensamientos.
Esos momentos eran únicos y gratificantes, me sentía protegida por las dos personas que más amaba en el mundo, por un lado mi madre, a quien ame hasta el último día de su corta vida y al hombre con que soñaba cuando jugaba a la princesa, con las niñas de la cuadra.
Esos silencios eternos del cine, son de los únicos recuerdos que tengo de mi Ángel en silencio, sin sus bromas y sus charlas, pues el único que lo dejaba en silencio por ese entonces era Schwarzenegger con sus películas mitad ficción mitad acción, terminator y depredador: eran sus dos, mas grandes personajes y así como Schwarzenegger: era como querían verse todos los hombres de esa época, incluido mi Ángel y ni siquiera el hecho de ver todas sus películas o comprar cuanta cosa les hiciera verse vestidos o peluqueados como Schwarzenegger, se acercaban al mas pálido comparativo: lo mas cercano a parecerse, era, bueno, lo pondré en un ejemplo: han visto a los niños, que se disfrazan de sus superhéroes favoritos? y se comen el cuento de que el disfraz les otorga los poderes?, mas o menos así los veíamos muchas de las mujeres que teníamos novio por ese entonces, con dicho problema de identidad: los apoyábamos acompañándolos a ver la película cuantas veces la quisieran ver, les decíamos que esa pinta si que les quedaba bien y hasta llegue a mentir, en cierta ocasión le dije que el corte de cabello, le quedaba mejor a el, que al mismo Schwarzenegger.
El gen romántico, predominaba en mi gusto por el cine, era ese el tipo de películas que prefería ver, cine rosa, como le decía Ángel, claro también en este estaba en silencio, por que estaba dormido o tratando de poner la mano donde no debía.
Vestida de blanco y larga cola decorando las rojas alfombras, se deslizaba a las 5 am: en la pantalla de nuestro televisor, la única princesa que había conocido en realidad, era la princesa Diana quien celebraba su boda, unos días antes de la nuestra, con un muchacho de apellido Windsor no se lo hallan oído nombrar.
Unos meses atrás, Ángel llego una noche a las 12 pm, con una serenata que despertó al barrio entero y en medio de la euforia, me propuso matrimonio, paso tan rápido y fue tal la sorpresa: no sabia si atender a las lagrimas de mi madre, pues de antemano sabia que eran de alegría. O a la oferta que me hacia Ángel. Algo dentro de mí saltaba de alegría y vociferaba: Ya no te quedaras para vestir santos, como me lo decían mis malvadas tías.
Luego del matrimonio las cosas cambiaron, los dos decidimos seguir una carrera profesional y el además debía trabajar para sustentar los gastos que se producían a diario, pero eso no dejo que el amor se enfriara ni que cambiaran los gustos ni los intereses mutuos, estábamos dispuestos a formar una base solida para la llegada de nuestros hijos.
Hijos que no demoraron en llegar, por que en ningún momento les hicimos el quite, dejamos que la madre naturaleza actuara y así fue, como la maternidad se instauro en mi vientre con gran facilidad, como la vida me inauguro como madre, el primero fue Tomas quien nos tomo por sorpresa una madrugada del mes de septiembre, el parto no fue fácil para mi, nunca superare el trauma del ginecólogo, para mi no era normal que otro hombre aparte de Ángel, estuviera husmeando mis partes intimas. Cesaría no hubo otra solución, esa fue la única solución que encontraron los médicos para ir al encuentro de Tomas.
Ángel, tomo al pequeño Tomas en sus manos mientras apreciaba con minúsculo detenimiento cada una de las partes que conformaban al perfecto cuerpecito. En ese momento pude entender, que no había sido en vano por lo que acababa de pasar algunos momentos antes, ese ser al que amaba con toda mi alma, y yo, habíamos conformado una familia, el amor estaba de fiesta a las 2y 30 de mañana en la clínica , eso era Tomas y Ángel, para mi, el amor solidificado: ese sentimiento que antes no podía expresar mas que en un beso o un abrazo, estaba allí frente a mi, en cuerpo y alma, fue una experiencia religiosa, un momento espiritual que por la gracia de Dios me era concedido.
A partir de ese momento decidimos acercarnos como familia hacia la luz, hacia la salvación que solo nos ofrece Dios atreves de su hijo Jesús, a partir de ese momento, yo no me pertenecía mas yo le entregue mi vida a Jesús y a cambio recibí su amor y su perdón, esto era un bálsamo a los largos días que estuve sin el, ¿que mas le podía pedir a la vida?
A finales de 85: año difícil para todos los colombianos, estábamos de luto, por que en el mes de noviembre pasamos por dos grandes tragedias, la primera fue el 6 de noviembre, la toma del palacio de justicia, y no habían pasado 8 días cuando el volcán Nevado del Ruiz hacia erupción dejando al pueblo de Armero sepultado. El siguiente mes me gradué como profesional, no lo voy a negar tuve que batallar para llegar a ese día: la casa, el niño, el estudio, mi trabajo de medio tiempo, elevado todo lo anterior a la enésima potencia de un segundo embarazo, daban como resultado cansancio y en ocasiones ganas de no seguir con los planes, de no ser por Ángel, que día a día me impulsaba para no desistir en mi carrera, de no ser por el, creo que no lo hubiera conseguido, El día de mi grado, estaba allí en primera fila, portándose como un admirador frente a su artista favorito, con esa sonrisa de orgullo, esa misma sonrisa que esta en mi collage de recuerdos placenteros y felices al lado de mi Ángel.
Para los incrédulos del amor a primera vista, del amor eterno, de ese amor inalterable, sin contaminantes, éramos la prueba de que todo lo anterior era posible,
Chachita, es nuestra hija nació, el año siguiente de mi graduación, chachita es la luz de los ojos de Ángel, chachita desprende de su cabello un amarillo, la mejor descripción que puedo dar, sin quedarme corta: es la chaspa de vida, sus ojos: no quiero parecer poeta pero son, esa luz que nos incita a hacer el bien, es capaz de hacer brotar una sonrisa en el peor de los días, con un abrazo, te libera de las ataduras y tan solo con su presencia ilumina y da calor al sitio en el que se encuentre, chachita es la manera mas corta y melosa que encontró Ángel al referirse a nuestra hija, a cambio de decir mi muchachita bonita preciosa de papá, yo me pregunto y le pregunto a mi Tomas, oye Tomy tu sabes cuanto tiempo nos demoramos para buscar el nombre de Luisa María, entre todas las listas que hicimos en conceso familiar, y tu me dirás bastante mami, claro, lo que no tengo muy claro, es el por que nos tomamos tanto trabajo para hacerlo, cuando ya no se le llama a la niña por su verdadero nombre, tu y tu padre y no decir el resto de la familia, se han dado a la tarea de difundirle al mundo que es chachita como se llama, después de que tu padre, hizo lo imposible para que escogiéramos: Luisa María, su favorito, pasando por encima de María de los Ángeles siendo este mi favorito,¿ por que María de los Ángeles?, me preguntaba Ángel, ¿es que te quieres sentir rodeada de ángeles?, Ya saben es el tipo de chistes que le fascina hacer, y de paso hace reír a Tomas, que le celebra todos sus chistes.
No me canso de mirarlos: los tres juegan hasta el cansancio. El sábado celebraremos los 3 añitos de Luisa María, Tomas ya tiene 7 años: mi hombre grande, cuando nació Luisa María, creí que lo afectaría, pero no, su personalidad lo protegió de daños a terceros, simplemente los acompaña en algunas actividades y cuando se cansa se retira y ya, el dice, que el es un hombre, y la nena necesita mas tiempo, la justicia vestida de niño, esta es una de las tantas virtudes que tiene mi Tomy.
Hoy termina una década y le damos inicio a otra, 31 de Diciembre de 1989, me encuentro de rodillas dando gracias a Dios por ser tan bondadoso con migo y mi familia, en esta década el señor me ha entregado, todo lo que una persona desearía tener y en abundancia, despido la década y le doy paso a los años 90s, no se Dios que tenga para mi, en los siguientes años, pero sea lo que sea, solo le pido que este a nuestro lado para fortalecerme y cuidarnos, amen.
Alas 3 pm es la cita con pediatra: puedes recoger a la niña, yo llego al centro medico, por estos días el trabajo se ha disparado, pero yo saco un tiempito y llego a las 3, -bueno amor no importa ojala pudiera decir lo mismo en la oficina pasa todo lo contrario como ya sabes, los clientes no dejan de cancelar sus cuentas, así que hoy, tengo todo el día para ocuparme de chachita, la visto y nos vemos allí, mi linda.
Doctor nos preocupa que ha bajado de peso, esta pálida y en las noches tiene un poco de fiebre, para Ángel, eran cosas de virus pediátricos que saldrían volando en cuanto la medicina empezara a combatirlos, por fortuna Tomy siempre fue un niño muy sano y no teníamos mucha experiencia en cuestiones de médicos, exámenes y demás cuestiones de consulta. El doctor nos entrego la lista de exámenes que debíamos realizarle a Luisa María cuanto antes y de nuevo volver a consulta con los resultados, la única recomendación fue no proporcionarle ningún tipo de medicamento, lo cual se salía para nosotros de la rutina, siempre llagábamos hasta ese proceso con nuestros hijos.
Después del trauma de sacar sangre de uno de los bracitos de Luisa María, les aclaro, trauma para Ángel, pues por cuestiones de tiempo para mi fue imposible salir de la oficina y ocuparme, ahora me arrepiento, pues, para la mayoría de las personas del mundo esta situación no pasa de ser una tontería, una rutina, para otros seria un mal necesario, para Ángel, no, el se sale de todos los estándares lógicos de la medicina, para el, ver llorar a su chachita, sin poder hacer nada para calmar su llanto se convertía en frustración, y quien lo diría, que ese instante marcaria el resto de nuestras vidas y que ese día seria la brecha de nuestro fin.
Para nosotros la terminología medica era por decir algo nula y es que en realidad no teníamos por que saber mas de lo necesario para ir a la droguería del barrio y pedir una cura, una gasa, un medicamento que gracias a Dios los médicos tienen la delicadeza de entregarnos la formula y gracias a Dios también los farmacéuticos entienden su mismo idioma, para sacarnos del apuro, al momento de recoger los resultados de los exámenes de Luisa María, no tuvimos otra cosa que hacer mas que encogernos de hombros y decir, esperemos que el doctor Linares los lea, mañana en la consulta.
Nunca olvidare esa noche previa a la consulta de Luisa María. Ángel, como lo venia haciendo en los últimos días, llegaba mas temprano que de costumbre y se dedicaba a preparar la cena,( casi una celebración), ponía en ella el mayor interés, una copa de vino, y aprovechábamos para estar un rato en familia, charlando, uno que otro juego, todos felices nos dirigíamos a dormir no sin antes, repartir las oraciones buscando el cuidado y protección para nuestra familia, me parece volver a estar viviendo esa noche, que se ha convertido en mi estandarte para mantenerme en pie.
El día x, lo he denominado así, al día de la segunda consulta de Luisa María con el pediatra, eran las 9 de la mañana y muy cumplidos, entregamos los resultados de los exámenes: deteniéndonos en la expresión de cada gesto en la cara del doctor Linares, al terno despejamos las dudas que tenia el doctor acerca de los últimos síntomas que había presentado mi hija y no se demoro demasiado, en decirnos, que no era lo que el esperaba encontrar en los exámenes, pero no eran buenas noticias lo que nos tenia que comunicar: los glóbulos blancos estaban desbordados, y las plaquetas eran escasas y eso no es nada bueno, - ahora lo que vamos a hacer es tomar una punción Lumbar, este examen nos dirá a que nos estamos enfrentando. Ángel apretaba ente sus brazos con delicadeza a Luisa María, casi hizo de sus brazos un nido, y sin decir palabra, una lagrima rodo por su mejilla, me di cuenta que era yo quien formularía las preguntas, que no fueron muchas por cierto, ya saben, con el tiempo contado, como es acostumbrado en las consultas, (contra reloj) el doctor Linares, imprimió las ordenes medicas y nos despidió.
Todo paso tan rápido, desde el día x, hasta la siguiente consulta, por una parte las autorizaciones, disponer del tiempo necesario, para a ir y venir, también de ir de aquí para acá y de acá para allá, sin descuidar el trabajo y las demás obligaciones que requiere la casa y mi Tomy, hacían que la cama me recibiera molida. Era Ángel el que no podía dormir, era una sombra mas rondando de habitación en habitación , el silencio de la noche, no era su aliado, se podían escuchar sus sollozos melancólicos inundados de llanto, - todo va a salir bien amor, le trataba de tranquilizar, pues no conocía esa parte de el, esa parte estaba tan escondida tras ese hombre alegre, optimista de buen genio, y el descubrirla me hacia pensar que realmente no lo conocía del todo, debía ir con calma para no atropellar sus sentimientos y que por no saberlo tratar los escondiera de mi, creando una distancia: ahora, esto era lo que menos necesitábamos en nuestra relación de pareja.
Solo habían pasado días y ya no era la misma niña vivaz, llena de travesuras y risas que corría y se escondía tras las cortinas para que su hermano la buscara, no, no era la misma, hasta el aspecto de su cara me lo decía, lucia un poco pálida y sus grandes ojos habían sido cubiertos de un otoño que le hacia dormir mas tiempo de lo habitual. Ángel también había cambiado, como les comente, a diferencia de Luisa María, el sueño desapareció de su vida y las sonrisas menguaron, nunca volvió a ser el mismo. Solo esperaba el día que nos habían asignado para que el hematólogo nos atendiera, hematólogo, esas palabras aun me ponen la piel de gallina.
Devastados, hechos añicos, salimos del consultorio, las lagrimas desbordaron nuestro ser, El dictamen del medico, no nos da muchas esperanzas, y es que a un padre o a una madre, si el medico, le dice que uno de sus hijos tiene leucemia, es paralizante, nunca nos preparamos para una situación de tal magnitud. Si leucemia, mi chiquita tenia leucemia, el tener que luchar para atender la sugerencias del medico, mientras mi mente y mi cuerpo no deseaban otra cosa que corre y gritar, crearon en mi un choque paralizante.
Los días empeoraban, los tratamientos no hacían efecto en ese pequeñito cuerpo que postrado a la cama con agujas y tubos, de vez en cuando nos regalaba una sonrisa de gratitud y secaba nuestras lágrimas al vernos llorar.
Las cosas no podían estar peor, como decía mi madre las desgracias nunca vienen solas: la empresa para la que trabajaba Ángel se dio a la quiebra y decidieron prescindir de sus servicios, dejando sobre mis hombros toda una serie de responsabilidades y el no poder, darme el lujo de tirar todo a la porra, como se me antojaba en ese momento, no ni modos, ahora mi trabajo era el único sustento económico que teníamos. Ángel se dedico de tiempo completo al cuidado de mi Luisa María, en la clínica y de Tomy al llegar a la casa, trataba de ocuparse de todo lo demás, era un trabajo de 24 horas, que me recordaba por que me había enamorado de el y por que lo admiraba desde mis 17 años, total entrega a su familia.
En sus oraciones imploraba a Dios que le curara a su niña, para el siempre estuvo presente la esperanza de que Luisa María recuperara su salud, y mantenía la certeza de que los niños siempre se recuperan de cualquier enfermedad, por terrible que esta fuera, yo no, una noche de las tantas que estuve en la clínica, y es tanto el amor de madre que ya no quería verla sufrir mas , esa noche la despedí con una oración, pidiéndole a Dios que no la quería ver sufrir mas, que el hiciera su santa voluntad y que la llevara de vuelta al cielo, le di gracias por haberme elegido para ser su madre en la tierra, por dejarme ver el cielo a través de sus ojos, por permitirme experimentar el amor de Dios en un ser humano. Pero como madre también me dolía, verla en ese estado, luchando con algo que era mas fuerte que ella, La abrace con la fuerza de mi alma, dándole el único permiso que le pude dar, el permiso que la liberaba de un sin numero de ataduras, sabia que en su estado, iba a estar mejor con Dios.
Junio 24 de 1990, a las 2 pm, En esa pequeña caja de madera blanca, no estaba solo el cuerpecito de mi chiquita, no, también allí quedo mi corazón hecho pedazos, y la vida de Ángel. Fue necesario sedarlo, para controlar el dolor que lo hacia trizas.
Morir de amor, no creí que fuera posible, lo había escuchado en canciones: Miguel Bose, jean Sebastián, son algunos de tantos que lo repiten en sus canciones, lo había leído en algunos poemas; Ángel, empezó por experimentar una muerte parcial, luego del sepelio de mi chiquita, mis amenazas de ser tratados por un sicólogo no sirvieron, mas que para que el, disfrazara su dolor, en una falsa recuperación. Se desplomaba cuando estaba a solas y ahogaba su dolor en la ducha, sirviéndole esta de cómplice, el sonido del agua que caía sobre la tina, para disimular el llanto lo alejaban cada vez más del mundo.
Las festividades navideñas, eran el símbolo de unión familiar, por esta razón eran tan importantes para nosotros: aunque seguíamos unidos, diciembre de 1990 fue la excepción, empezó en realidad en octubre, cuando los almacenes se llenan de disfraces, y por mas que uno quiera pasarlo por alto no puede: dejar de ver las caras de felicidad de los niños acompañados de sus padres, escogiendo el disfraz para el 31. Tomy no es el común denominador de los niños, a el no le gustan los disfraces y tampoco salir a pedir dulces. Los recuerdos de Luisa María corren por todos los pasillos del supermercado, es casi imposible estar allí adentro y seguir como si no pasara nada.
Una princesa quiero ser papi, le dijo mi chiquita a Ángel el año anterior, el le contesto, -consigamos el vestido, es lo único que le falta a la princesa,- y una corona papi, y una varita para convertir los sapos en príncipes. Nunca pensé que una colección de recuerdos, me causaran tanto dolor, están allí dentro de mi; los veo correr como una cinta de video, una imagen tras otra, un a palabra tras otra. Debía ser fuerte, le pedía a Dios que me diera la fuerza para no desplomarme y servirle de apoyo a mi Ángel. ¿Que debo hacer, para que esos recuerdos, que esas imágenes, que esas palabras, se queden dentro de mí sin que me hicieran daño?: esa pregunta me la sigo haciendo, y la única respuesta que he obtenido, lo único que he llegado a concluir en todos estos años, es que el tiempo, es el único que tiene la solución, por cierto aun sigo esperando.
Halloween, fue solo la punta del iceberg. Los farolitos y las chispitas: la noche que ansiosos me esperaban, no había nada mas gratificante que la noche del 7 de diciembre, de regreso del trabajo, que encontrarlos con los adornos listos para decorar el arbolito de navidad, con sus ojos más llenos de luz que las que decoraban las calles, no estaban allí, ese año, no, no estaban. Las lagrimas de Tomy me recibieron, luche con todas mis fuerzas para no llorar, lo juro, me había preparado para este momento, 5 meses y me falle a mi misma, mientras abrazaba a mi niño, secando las lagrimas de su carita, el hacia lo mismo por mi, y me consolaba diciéndome: perdóname mamita quería darte la sorpresa de un arbolito lleno de luces y de adornos, Pero no pude, las cajas y los paquetes, están muy altos y no los pude bajar del closet.
Tristeza y silencio, se veía tas los ojos y la sonrisa fingida de Ángel, mientras nuestro hijo y yo hacíamos lo imposible para mejorar su ánimo: si estábamos en el parque para el hacia mucho frio y quería irse para la casa; el cine le causaba dolor de cabeza; los juegos le hacían dar dolor de espalda, la única actividad que compartía con nosotros, ya que me acuerdo no era otra que compartir la cena, el resto del tiempo, veía los videos de los últimos 4 años.
Las vacaciones de enero, Tomy las pasó en la finca de las tías en el llano: el plan perfecto para un vaquero. Una noche de ese mes para ser precisos el 10 de enero a las 8 pm, al llegar como de costumbre Jenny del trabajo, se encontró con algo que si alguna vez pensó que pudiera pasar, pasaría en otras personas, personas que no la incluían a ella ni a su familia, en personas sin amor, personas sin el temor de Dios, personas que no son agradecidas con la vida por que tienen salud o por que tienen una familia, personas cobardes, personas que les faltan quererse un poco. Si, Ángel yacía en la tina llena de sangre, y en ella flotaba una foto de su chachita, el frio y la rigidez de su cuerpo le decían a Jenny que ya no había nada que hacer, lo abrazo y se despidió con ese beso de buenas noches, que seria el ultimo de los miles.
Soy Tomas, tratando de recapturar pedazos de momentos al lado de mi padre al lado de mi hermana, guiado por los parvos recuerdos de mi madre: entre ellos trato de ver, de sentir e instalarme entre ellos por un tiempo me hizo bien, me reencontré con la linda familia que alguna vez existió, y de ella hice parte.
Me remonte a sus inicios, estamos hablando de casi 30 años y así conocer mejor a cada uno de ellos. Ya se para muchos de ustedes son solo recuerdos y hasta dirán que de recuerdos nadie vive, pero yo les digo una cosa, son buenos, si, los recuerdos que guardo de ellos son buenos. Aunque solo eso me quedo de ellos y vivo en paz con ellos y con migo mismo.
1 comentarios:
es genial
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